Una poesía de amor siempre intenta
recuperar lo perdido.
Grita fuerte para convencer para que no huyamos por
la puerta de atrás.
Una poseía de amor siempre destila
muchas lágrimas.
Lagrimas de melancolía que a veces saben muy amargas
Pero que siempre pueden por el amor
triunfar.
Una poesía de amor extraña
fuertemente hasta las mismísimas entrañas.
En lo estéril del mundo combate
fulminante y triunfa.
En su gloria eterna siempre muestra el
camino al andar.
Una poesía de amor no se cansa en
repetir que aun te ama.
Que aún se aferra a no vivir en el
olvido y no se calla.
Una poesía de amor pide a gritos la
no renuncia e implora y ruega una nueva oportunidad
de amar.
Una poesía de amor es un regalo
bondadoso, a veces terco, aveces loco, pero siempre al final, es lo más eterno
que genera humanidad.
Una poesía de amor siempre se aferra a
la grandeza.
A las cosas bellas y tiernas de una
historia que se quiere respirar.
Poesía
Miguel Adame Vazquez.
Abril de 2007.